Si No fué la lluvia…quién lo hizo?
En el accidentado musgo de tu
secreto, hubo un misterio que noche a noche compartimos, ése que mi vergüenza
táctil cubría, mientras tu abandono llamaba a los tonos osados de las facciones
modeladas por el mismísimo Eros…fué acaso la lluvia?
Si el cofre sagrado que guardé
por años, resignado a no albergar nunca más un latido, hoy desborda de
opulencia y desenfreno, será que el cambio de estación favoreció la timidez de
mi piel para tus caprichos...dime; fué acaso
la lluvia?
Ésa lluvia inusitada que
empapó cada milímetro de mí, e inundó los manantiales de la cursilería, lo anacrónico,
lo impalpable. Ésa lluvia que desbordó los cimientos de la vanidad, la
circunspecta miseria, la solemne compostura, la terrible monotonía…
Fué acaso la lluvia?
O es acaso la ironía fluvial
quien me corroe, me aniquila y me convence, para dar paso a las siembras incoherentes,
a la desmedida sensatez de la fuga de mis aguas...de la inercia de los años, de
la paciente espera, del oprobioso sentimiento...ése que antes del odioso ocaso
de las almas, se presenta con su irónico traje de aguacero!
Debe ser que la primavera, se
cansó del mismo andén, y decidió probar suerte sin flores ni color…
…donde sólo dos nubes serán
testigo, y dos ríos cruzan sus causes, para arrastrar en la corriente la más
oculta de las precipitaciones…creo que fué la lluvia!
Katty Strongone.
06/05/13
