jueves, 30 de mayo de 2013

  A menudo, nos cuesta mucho aceptar situaciones ajenas, las cuales no logramos entender,
Y en ello, cometemos el común error de  inmiscuirnos, tal vez, animados por ése afán de  ayudar, de ser solidario con nuestros semejantes.
  Continuamente, nos enfrascamos en dar ayuda a a ésos seres que gozan de nuestro afecto, y, que representan suma importancia, dentro de nuestro entorno .
Difícil es, para quien tiene claramente establecido, (según SU criterio) lo que es bueno y lo que es malo, que una persona que ante los ojos del espectador, comete errores, y pareciera no darse cuenta de su desacierto, e insiste en vivirlo, en profundizar en dicho error, no sea capaz de ver su posición errónea según nuestra óptica.…aquí es donde basados en el legado del  psiquiatra Carl Jung, deberíamos plantearnos que nada es bueno ni malo, sino que depende, de la capacidad que tenemos de aprender de cada situación, y dejar que ellos vivan su experiencia.
  Vemos, por ejemplo, cómo una enfermedad puede arrasar con la vida de una persona que ha sido muy buena, y de un modo que nos parece injusto, es sometida a los estragos  de la misma, haciéndole sufrir sendas dolencias, o por ejemplo, nos irritamos ante la injusticia de que alguien joven, con un futuro por delante, de pronto se vea truncado por una limitación física, o ésa mujer que desea fervientemente ser madre, no lo logra, y en cambio, ésas que ni planifican su vida, tienen más hijos de los que pueden atender, o nos preguntamos, por ejemplo, porqué un ser tan bondadoso, tiene que vivir condenado a una cama durante años con una enfermedad terminal…ésas interrogantes que en muchos casos, nos llenan de impotencia, sólo son digeridas por nosotros (los impotentes espectadores) cuando logremos comprender que basados en que somos seres  (almas) que eligen vivir los procesos y experiencias de vida, que en cada encarnación nos permita desarrollar una experiencia…y otras veces, saldar deudas kármicas que el alma ha establecido en anteriores encarnaciones.
   Me explico: cuando aceptamos que nuestra evolución depende de superar las pruebas en ésta vida, y cuando aceptamos que si vivimos algo, es porque traemos ésa deuda, (aunque sabiamente nuestra memoria humana lo ignora) y que si alguien bueno en ésta vida, viene de otra existencia donde acumuló suficientes errores que no logró trascender, es ésta vida, donde deberá experimentar semejantes situaciones, y principalmente ENTENDER que es algo que tiene planificado en su diseño encarnacional.  Algo que aunque sea humanamente terrible o doloroso, deberá asimilar como lección, y asumir como aprendizaje.
  El tema de las deudas Kármicas es un punto en discusión para ciertos dogmas (los cuales respeto muchísimo) y brindan un lógico engranaje para muchas interrogantes que tenemos en torno a por qué suceden en nuestras vidas situaciones tan complejas, pero tan evidentes, una vez transitadas, y calmada la emoción que nos produjeron las mismas…
  Así pues, que la lección es que más allá del presente que vivimos, debemos concientizarnos de que todo lo que hemos hecho en vidas anteriores, tiene una consecuente repercusión en ésta, y lo que en ésta hagamos o dejemos de hacer, nos estará aguardando para ser resuelto en nuestra  próxima vida…
                                                                                  K.Strongone.