martes, 28 de mayo de 2013

   Después de leer y escuchar tantas verdades y/o mentiras, de tantos intereses  particulares en torno a al tema de la Evolución espiritual, álmica, humana, cerebral, mental,  etc.
  Que si la evolución del ser es automática, o que si se trata de una serie de técnicas específicas, o que se logra mediante el cultivo herramientas holísticas, o sólo con modificar hábitos alimenticios e incorporar el ejercicio,  o que si genéticamente el ser humano incrementa  hélices  en su ADN, o que si es un proceso gradual que aparece a partir de la madurez, etc.  Nos hemos saturado de tanta información  (y desinformación) que  al final, entramos en un comprensible estado de escepticismo y franca rebeldía.
  Teniendo en cuenta, que el ser que es verdaderamente inteligente, analiza , evalúa,  y respeta todas las corrientes de pensamiento y creencias  (aunque no las comparta) y más aún, considera la probabilidad de no ser dueño de la verdad absoluta.   Dado que cada “verdad” se vislumbra según una multifactorialidad de elementos muy particulares, como la cultura, religión, costumbres, nivel  evolutivo*etc… sería muy audaz por parte de alguien , decir qué es y qué no es evolución en unas pocas cuartillas…
  Por lo tanto, el inagotable  tema de la evolución tiene muchas aristas que contemplar, y más aún da mucho material  para indagar en torno a qué porción nuestra es la que se desarrolla, o evoluciona.
  He tratado varias veces el tema del “cambio” que experimentamos en torno a los intereses y personas que antes nos rodeaban, y de las cuales sin ningún ánimo excluyente o de rechazo, comenzamos a apartar de nuestra cotidianidad, también solemos cambiar hábitos de entretenimiento, de alimentación, intereses distintos en torno a la lectura, hacia la naturaleza, la manera de vestir, la música y todo cuanto conformaba nuestro día a día…

  Bien amigos, cada detalle de cambio, cada necesidad de ahondar en nuevos conocimientos, cada inquietud por lo positivamente desconocido, cada interés  por conocer ,  aprender, descubrir cosas que nos hagan cambiar en POSITIVO…se llama  evolución!
                                                                                                                                                                    Katty Strongone.